Queridas amigas y amigos, cómo están?
Quería comenzar este primer post del nuevo año con una noticia que leí hace poco: la Compañía automovilística Porche ha diseñado en colaboración con Lucasfilm – ya saben, los de la saga de Star Wars – esta maravilla de vehículo volador. No es bonito? Lo llaman «Starship Star Wars Tri-Wing S-91x Pegasus Starfighter» («Tri-Wing» para los amigos). Mírenlo cómo despega y cómo vuela:
Starship Star Wars Tri-Wing S-91x Pegasus Starfighter, 2019, Porsche AG
Starship Star Wars Tri-Wing S-91x Pegasus Starfighter, 2019, Porsche AG
No es una maravilla? Aquí tienen otras representaciones artísticas del ingenio:
Starship Star Wars Tri-Wing S-91x Pegasus Starfighter, 2019, Porsche AG
Starship Star Wars Tri-Wing S-91x Pegasus Starfighter, 2019, Porsche AG
Compárenlo ustedes ahora con el carromato que el señor Elon Musk quiere vendernos como vehículo futurista, el llamado «Cybertruck» – o ciber camión, que diríamos aquí:
By Smnt – Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=84999686
By Smnt – Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=84999686
Aquí pueden incluso ver algún vídeo de este cacharro: https://www.motorpasion.com/tesla/elon-musk-estrena-inmensa-pick-up-tesla-cybertruck-llevandose-poste-senalizacion-delante
A mi lo primero que me viene a la cabeza al comparar las imágenes del Tri-Wing de Porche con las del Cybertruck de Tesla es que los diseñadores de Porche y Lucasfilm son mucho mejores que los diseñadores del señor Elon Musk. Pero hay que reconocer, sin embargo, que el Cybertruck tiene una nada despreciable ventaja con respecto al Triwing, y es que el Cybertruck comenzará a fabricarse a finales del 2021, mientras que el Triwing no se va a fabricar nunca. Se imaginan ustedes a alguien comprando una maravillosa nave voladora que debería ir propulsada por antigravedad cuando nuestros físicos no saben ni siquiera todavía qué es la antigravedad? Algunos incluso (los más obtusos, supongo) niegan que pueda existir una fuerza antigravitacional. De nada sirve ponerle al Tri-Wing 4 hélices para convertirlo en un dron que despega verticalmente, que es a lo más que se llega hoy en vehículos voladores. Las turbinas coloreadas de azul de la nave espacial de Porche sólo van a funcionar en las salas de cine.
Así que tendremos que seguir conformándonos con pilotar vehículos de 4 ruedas que van girando sobre un asfalto de alquitrán. Porque la tecnología que tenemos hoy, no se dejen engañar ustedes, no es para nada avanzada. Ni los coches autónomos, ni los coches eléctricos, ni los coches-helicóptero que saldrán pronto, son en absoluto tecnología avanzada. En pleno siglo XXI deberíamos estar ya volando por las estrellas y explorando nuevos sistemas solares y galaxias en un Tri-Wing antigravitacional y perfecto cualquiera, y en cambio tenemos que estar aplaudiendo y dando gracias al señor Musk de que nuestros coches «futuristas» tengan paneles solares y de que sus ventanillas sean finalmente, o eso se espera, irrompibles.
Aquí tienen otros «futuristas» artefactos voladores:
Flying Spider Drone. Design Lazzarini design studio
No es gracioso? https://www.lazzarinidesignstudio.com/aerospace
Nuestra ciencia física se ha quedado atascada desde hace más de 50 años y de nada sirve que nuestros diseñadores, artistas gráficos y creadores de efectos especiales cinematográficos sean fenomenales. Ni la ciencia ni la tecnología les acompaña. Hace poco la NASA presentaba como el no va más de la tecnología aeronáutica, en pleno siglo XXI, un avión que supera la velocidad del sonido. Algo, que como ustedes sabrán, ya se había logrado en 1969. Aquí tienen el supersónico artefacto de NASA al que han llamado X-59:
Imagen: Lockheed Martin. NASA
Imagen: Lockheed Martin. NASA
Y hablando de la NASA, quería ponerles aquí este premiado corto titulado «El lugar más idóneo», sobre el crucial papel que tuvo el pueblo español de Fresnedillas de la Oliva en la Misión Apolo 11, ahora que se cumplen 50 años del primer alunizaje. A mi me ha parecido, dejando a parte al tipo del puro, una entrañable y muy simpática Berlangada:
Pero les estaba diciendo que nuestra ciencia física y como consecuencia el resto de las ciencias y toda nuestra tecnología, después de haber protagonizado la revolución electromagnética en el S XIX y la atómica en el XX se ha quedado completamente atascada, y nuestros físicos no saben – no tienen pistas de – ni siquiera por dónde tirar. Vale, si, está la tecnología del CRISPR que cada vez es más sutil para hacer modificaciones genéticas, pero es un milagro que se haya llegado a eso sin un modelo atómico claro y consistente. Dependemos de los milagros del ingenio del alguno que sea capaz de hacer triples saltos mortales a ciegas, y de lo que yo llamo el modelo fleminiano – el vamos a hacer pruebas a ver si suena la flauta por casualidad y aparece algo que nos permite matar a las bacterias aunque no sepamos cómo – y está por ver hasta dónde consiguen llegar con el CRISPR que no es más que una herramienta para usar, como si todavía fuéramos el homo faber que hace y maneja utensilios como un aprendiz de brujo y no el homo sapiens sapiens que entiende y busca conocer.
Y es que todo el modelo atómico actual ha sido construido a ciegas en base a ecuaciones matemáticas abstractas, constantes numéricas cuyo significado nadie sabe, y cálculos de probabilidades. Y como las ecuaciones algebraicas ya no les dan pistas para más, pues ahora no saben qué hacer. Porque nunca han pensado lógicamente, se han limitado a operar.
Hay un libro que he visto y que quiero leer de un físico llamado Lee Smolin que se titula «Einstein’s Unfinished Revolution» («La Revolución inacabada de Einstein»).
https://books.google.es/books?id=FkdkDwAAQBAJ&lpg=PP1&pg=PP1#v=onepage&q&f=false
En la web del señor Smolin, http://leesmolin.com , en la parte de Contacto, dice una cosa muy graciosa: «Lee Smolin is happy to correspond with readers who have questions or comments. Please note that he is unable to afford the time to examine or comment on theories sent by anyone without a formal degree in physics.» Vamos, que este señor lo que quiere sólo es que compremos y leamos su libro.
Los científicos parece que se están dedicando todos a escribir libros sobre física para la gente de la calle, o sea para todos los que nunca hemos entendido nada de ciencias porque ni entendemos el álgebra ni aceptamos las arbitrariedades ni la irracionalidad, pero luego cuando ven que la gente se pone a pensar por sí misma pues no quieren saber nada de ellos. Es comprensible, en cierto modo. Ya comenté una vez en este blog el caso de un profesor de física una prestigiosa universidad inglesa que me contestó a un email diciéndome que el mío era el quinto o sexto correo que recibía en una semana de físicos «amateur» que querían explicarle sus teorías, y que el no tenía tiempo para ponerse a entenderlas todas. Esto fue hace ya años, de modo que pienso que esta corriente de los pensadores «amateurs», a los que nos llaman «cranks» o «crakpoters», que llaman a las puertas del academicismo con sus nuevas ideas sobre lo que es inconsistente en las ya viejas teorías, corriente que ya era tan fuerte entonces, seguramente sea algo que haya ido a más y que vaya a continuar cada vez más yendo a más. Cada vez va a haber más gente por sí misma sobre la naturaleza y que se niegue a aceptar las clamorosas inconsistencias de los modelos oficiales. Pero sigamos.
Al físico que ha escrito este libro lo descubrí hace poco por un artículo que leí en una revista que también descubrí recientemente:
A lo mejor otro día lo comento también.
Otro libro que parece interesante y que también me gustaría leer es este sobre Einstein: «Subtle is the Lord: The Science and the Life of Albert Einstein», de Abraham Pais
https://books.google.es/books?id=KdaiZDaB7TgC&lpg=PP1&pg=PP1#v=onepage&q&f=false
Lo cito más que nada porque ustedes ya saben que a Einstein hay que citarlo siempre. No, en serio, me interesa. Pienso que lo que impidió a Einstein imponer su sensatez al modelo irracional de la mecánica cuántica ha sido y sigue siendo que la mecánica cuántica quiso construirse – como el sistema solar – sobre la base de un campo único. Pero el sistema heliocéntrico, lo mismo que el geocéntrico, basado en un campo único e invariante, no puede explicar mecánicamente todas las asimetrías que aparecen en él.
En relación con Einstein y las simetrías y asimetrías pueden leer este artículo también del magazine Quanta:
https://www.quantamagazine.org/einstein-symmetry-and-the-future-of-physics-20190626/
Les he enlazado este artículo para que lean el siguiente párrafo que a mi me ha puesto los pelos como escarpias:
“There has been, in particle physics, this prejudice that symmetry is at the root of our description of nature,” said the physicist Justin Khoury of the University of Pennsylvania. “That idea has been extremely powerful. But who knows? Maybe we really have to give up on these beautiful and cherished principles that have worked so well. So it’s a very interesting time right now.”
Sugerir que quizás – para seguir avanzando – lo que haya que hacer es renunciar a la idea de que la naturaleza tiene que ser simétrica, es una monstruosidad. Ya renunciaron a la razón cuando construyeron el modelo atómico en la forma utilitarista en que lo hicieron, a penas guiándose Dirac y Pauli por la simetría que vislumbraron intuitivamente a través de la abstracción de la ecuaciones algebraicas. Hay gente tan ilusa que por el hecho de que se haya hecho un modelo instrumental del que no se puede dar cuenta racionalmente, en lugar de pensar que hay algo en el modelo que hay que revisar – un modelo que está lleno de inconsistencias y limitaciones tan llamativas como que no se puede describir correctamente el protón, total nada – empiezan a creer y defiendan que la naturaleza es irracional y que está regida por el azar. Luego resulta que quieren perfeccionar el modelo y se atascan en los nuevos desarrollos. Y como no pueden usar la razón – nunca lo hicieron – y no saben por donde seguir porque las ecuaciones no les dan más de sí, empiezan a pensar ahora que lo mismo es que la naturaleza es asimétrica. Así que llegamos a la conclusión de que la naturaleza no sólo es irracional y azarosa (ya saben eso tan nada científico como el azar que dicen estar en la base de la mecánica cuántica, que de mecánica no tiene nada), sino que ahora además es, para colmo, deforme porque sí. Viva la Pepa. Esto parece también una Berlangada. A Copérnico – padre del sistema solar de campo único en el que todavía cree esta gente – le habría parecido una auténtica monstruosidad.
En el prefacio del «De Revolutionibus», al explicar lo absurdamente asimétrico que era el sistema geocéntrico, que fue lo que le indujo a él a sospechar que aquello no podía ser correcto – la simetría es algo que vemos en la naturaleza misma cada día – decía más o menos que «su experiencia fue como la de alguien que coge de varios lugares manos, pies, una cabeza cabeza y otras partes muy bien descritas, puede ser, pero no para la representación de una única persona; como esos fragmentos no corresponderían unos a otros en ningún caso, un monstruo más que un ser humano resultaría al juntarlos».
El texto de Copérnico lo he traducido de esta traducción inglesa: http://people.reed.edu/~wieting/mathematics537/DeRevolutionibus.pdf
Aunque el original pueden leerlo aquí si saben latín (página 14): https://archive.org/details/nicolaicopernici00cope_1/page/n13
Pero vamos, la simetría como guía en el conocer de la naturaleza es algo que se ha abandonado a nivel astrofísico desde Kepler. Kepler renunció a la idea del círculo porque la evidencia de las mediciones le hicieron darse cuenta de que las órbitas eran elípticas, y la elipse de cada una era diferente. Y elípticas por qué? Y diferentes por qué? Por qué, si el campo solar es circular? No puede darse una explicación mecánica de la elipse de las órbitas – a parte de que la elipse es una construcción imaginaria, que lo real es el campo orbitado, como ya expliqué hace tiempo en este blog – si se parte de un campo único que no varía. Por mucho que se pueda justificar matemáticamente con las ecuaciones de la fuerza de atracción de Newton o con las creadas para la curvatura de Einstein, esa no es una explicación mecánica.
A día de hoy nadie se pregunta por qué se dan las asimetrías que se observan en el sistema solar, que se acepta como algo indiscutible, sin rechistar. Y como ustedes lo han visto representado miles de veces, lo tienen por realidad incuestionable. Por qué los planetas tienen una inclinación diferente, por qué la excentricidad de las órbitas elípticas es diferente, por qué hay planetas que giran en sentido inverso a los demás? Por qué todas las fluctuaciones periódicas? Por que sí? Por azar? Todas esas asimetrías no están explicadas mecánicamente y a nadie parece que le importe! Copérnico las habría cuestionado y habría dicho, oigan ustedes, que el sistema heliocéntrico tampoco parece una descripción correcta, que aquí nos falta algo! Qué puede ser, que la naturaleza es asimétrica o que nosotros somos unos besugos que no nos damos cuenta de que tal vez lo que tengamos que replantearnos es nuestra noción del espacio?
Image by 정민 한 from Pixabay
El hecho de que algunos, no sé cuántos, físicos estén pensando incluso en abandonar el hilo de Ariadna de la simetría como única guía fiable para conocer la estructura de la naturaleza, da una idea bastante clara de lo desesperados que deben estar.
Para mí el problema no es la asunción o pre-juicio de que la naturaleza deba ser simétrica (y de que las aparentes asimetrías indican que hay una parte que falta) lo que falla. Es la asunción que se está haciendo del espacio – de un espacio único, independiente, e invariante – lo que está determinando y limitando todo lo demás. Y esta idea del espacio es un pre-juicio asumido de forma no consciente desde hace miles de años. Pero, se lo digo de nuevo: las asimetrías (y sus aparentemente ocultas simetrías) no pueden explicarse desde un espacio único e invariante si la estructura fundamental de la materia a nivel micro y macroscópico es un sistema compuesto por espacios intersectados vibrantes y por sus subespacios. Lo es? No lo sabemos, pero podemos crear modelos sobre ello. Se trata de darse cuenta de lo que tenemos aceptado sin saberlo, ponerlo en cuestión si hace falta, y proponer alternativas. Pero alternativas lógicas, racionales, causalistas, donde cada efecto tiene una causa mecánica, mecanicistas, y universales, no propuestas utilitaristas creadas ad hoc para cada caso, no irracionalidades pragmáticas, no parches, no componendas.
Lo único importante en física en este momento, de lo que depende todo lo demás, es, a mi modo de ver, simplemente, darse cuenta de qué idea de espacio se está partiendo y cómo esa asunción está limitando los modelos. Si la guía de la simetría no permite explicar las asimetrías y fluctuaciones periódicas en un modelo de campo único que no varía, no será lógico cuestionar el modelo de espacio fundamental?
Pero no es sólo el espacio sino el espacio-tiempo. Pienso que el espacio está estructuralmente ligado al tiempo no porque las cosas se muevan dentro del espacio – como plantearía Einstein – sino porque es el espacio mismo el que varía. En este sentido, pienso que en el sistema electromagnético y gravitacional más simple no puede haber una sóla dimensión temporal sino al menos dos (al variar los espacios intersectados con fases opuestas) que se sincronizan y convergen en una sóla (al variar los espacios intersectados con fase igual) para después nuevamente divergir en dos, y así sucesivamente a través de sincronizaciones y desincronizaciones periódicas.
Es el caso del modelo que ya conocen que vengo exponiendo aquí:
(En las figuras no estaría representado el giro de todo el sistema entorno al centro originado por una sucesiva precesión, causada por un momento de no variación entre expansión y contracción o contracción y expansión. Tampoco está representado cómo los fermiones devienen bosones y viceversa sino que el sistema de fermiones y el de bosones están representados en figuras separadas. Los fermiones, en los que el desplazamiento pendular es de izquierda a derecha, cuando las fases de variación de los dos campos intersectados son opuestas; los bosones, en los que el desplazamiento pendular es de arriba hacia abajo, cuando las fases de variación de los dos campos intersectados son iguales):
La idea de los sistemas múltiples no nueva, aunque los modelos que han surgido me temo que hayan estado limitados por faltar la idea de espacios intersectados y los subespacios compartidos por ellos.
Hay un libro que parece interesante sobre la historia de los multiversos o universos múltiples (cuando se habla de universos puede hacerse en sentido amplio englobando otros «mundos» u otros «campos»). «The Number of the Heavens: A History of the Multiverse and the Quest to Understand the Cosmos» de Tom Siegfried:
https://books.google.es/books?id=lk_lwgEACAAJ&lpg=PP1&pg=PP1#v=onepage&q&f=false
Ya son muchos libros los que tenemos para leer pero este me interesa especialmente. Conocí por un lector del blog, que comentó un post, la teoría de los «Many Worlds» de Hugh Everett.
https://en.wikipedia.org/wiki/Many-worlds_interpretation
Y hace unos poco años apareció también otra teoría a la que llamaron «Many interacting Worlds», pero no he vuelto a saber nada de esto. Al autor le escribí cuando publicó su teoría pero no tenía tiempo de revisar el modelo de campos intersectados.
https://phys.org/news/2014-10-interacting-worlds-theory-scientists-interaction.html
Supongo que tiene que haber más gente haciendo modelos parecidos. Y aunque este libro no aborda las propuestas recientes sobre el tema, me parece interesante conocer los intentos que se han hecho en este sentido históricamente porque como ya he dicho pienso que es muy claro que éste es el único problema que es crucial actualmente, tanto para la física atómica como para la astrofísica. Es crucial darnos cuenta de que toda nuestra física la han construido sobre la base de un campo único e invariante, que ese prejuicio ha supuesto una limitación fundamental, y que hay que dar paso a modelos dualistas.
He comenzado a leer un libro que ya mencioné en el post anterior que se titula «The Shape of Inner Space. String Theory and the Geometry of the Universe Hidden Dimensions» the
Shing-Tung Yau. Se lo recomiendo, al menos en las primeras 20 páginas que llevo.
https://books.google.es/books?id=3HrXT8wT5zUC&lpg=PR1&pg=PR1#v=onepage&q&f=false
Yo ya intuía por las pistas que mencioné en el post anterior que las variedades de Calabi Yau iban a ser algo muy parecido a los subcampos del sistema de campos intersectados. Pore eso pensé que si me lo explicaban de forma visual podría entenderlo.
En teoría de cuerdas han llegado a la conclusión de que la materia deber estar formada por cuerdas que vibran, y las ecuaciones de las que han extraído estas ideas les han llevado a pensar que tienen que haber más dimensiones de las tres espaciales (más una temporal), pero no saben cómo ni dónde colocarlas; es lo que llaman el problema de la «compactificación». Y es ahí donde cobran importancia (que no sentido) las variedades o «manifolds» de Calabi-Yau.
Apréndanse si quieren el término de «variedades de Riemann» o «manifolds» y úsenlo siempre que quieran referirse a un campo formado por subcampos, quedarán ustedes genial y acertarán seguro. Es como el verbo «get» en inglés, pueden usarlo para casi todo y siempre aciertan. Son las cosas de los matemáticos y los físicos, usan este tipo de palabras y así espantan a los advenedizos que no sabemos matemáticas. Pero ustedes no se asusten de las palabras. Detrás de todas estas palabras solo se esconden cuatro tonterías.
Ya antes de la teoría de cuerdas hubo algunos intentos de explicar la materia añadiendo nuevas dimensiones. Y ese fue el caso del modelo de Kaluza y Klein. (Aquí tienen un nuevo palabro fenomenal para usar, «Kaluza-Klein»). Y en este libro que menciono ahora explica este modelo de Kaluza Kelin de una forma visual, lo cuál es una alegría porque nos va a dar muchas pistas y vamos a poder pertrecharnos de nuevas armas incendiarias que arrojar – intelectualmente hablando – a los físicos.
Y en qué consiste el modelo de Kaluza desarrollado luego con ecuaciones por Klein? Pues consiste simplemente en hacer un corte transversal en una cuerda o en un salchichón y decir que el espacio circular transversal sería una dimensión «interior» o compacta del espacio exterior que es la cuerda o el salchichón. Ustedes perdonen si me río pero es que lo de Kaluza Klein también me parece cómico.
Pero claro, como siempre les pasa, el modelo de Kaluza-Klein no daba de sí y lo abandonaron. Y luego llegaron los señores Calabi y Yau y situaron en ese corte transversal, donde Kaluza situaba la quinta dimensión espacial, lo que ha venido a llamarse las «variedades de Calabi-Yau», que son entonces dimensiones interiores aunque más complejas que el simple circulo transversal plano. Y como parece que las dimensiones interiores de Calabi-Yau se pueden colocar en el corte transversal de una cuerda, me temo que le vienen al pelo a la teoría de cuerdas… pero a esa parte del libro aún parte aún no he llegado. De momento sólo he llegado a la parte en la que ya empieza a hablar del «Torus». El torus es una figura que odio porque los físicos la usan todo el rato sin ton ni son, como si no hubiera otras figuras más que es en el mundo. Saben cuál es? Es simplemente un donut. Supongo que la usan porque eso les permite hacer el corte transversal para meter ahí las dimensiones extra, pero no se dan cuenta de que el torus es como un campo único e independiente, por mucho que metan dentro las dimensiones extra.
La cuerda o el torus son espacios con muchas limitaciones. Cómo va a aparecer la supersimetría que buscan los teóricos de cuerdas si están dentro de un espacio único – aunque vibre – y si además la variación del espacio, su vibración, es una dimensión temporal siempre única? Es imposible.
Yo creo que la teoría de cuerdas, antes o después desembocará en una teoría de campos y las teorías de campos antes o después asumirán la vibración y la supersimetría que postula la teoría de cuerdas. Pero esta evolución de cuerdas y campos en una teoría unificada tendrá lugar cuando se piense en términos de sistemas compuestos con subcampos compartidos.
En el modelo de campos intersectados, los subcampos – que tienen dimensiones espaciales distintas de los campos intersectados que los generan (porque lo que es una coordenada X para uno de los campos intersectados es una coordenada Z para uno de los subcampos, de modo que se necesitan nuevas coordenadas para describir métricamente esos subcampos) – también pueden entenderse como un corte transversal en los campos intersectados, pero hay una explicación geométrica para ello, la intersección, y es ese mecanismo de la intersección que genera el sistema compuesto de susbcampos compartidos por el sistema y su variación o vibración periódica lo que permite explicar la estructura de esa materia, el por qué permanece unida en sus partes constituyentes.
Entonces a las dimensiones de los subcampos podemos llamarlas «dimensiones interiores» y aventurarnos a decir que son dimensiones de Kaluza-Klein. Ven ustedes qué bonito? Ahora si nos encontramos a un físico, en lugar de decir subcampos podemos decir «variedades de Kaluza-Klein». Pero nos va a dar igual. Si le preguntamos a un físico si los subcampos de nuestros diagramas están relacionados con el modelo de Kaluzay lo vamos a dejar loco y no nos va a contestar porque seguramente la mayoría de los físicos no han visualizado en su vida un espacio de Kaluza-Klein. Ya hice la prueba con el mismo profesor Yau, como comenté en un post anterior, al preguntarle por las variedades de Calabi Yau en el diagrama de campos intersectados y no contestó.
El modelo de campos intersectados es un modelo supersimétrico, que es otra de las pretensiones de la teoría de cuerdas. Supersimétrico quiere decir que es simétrico en el tiempo. Los físicos de cuerdas han pensando que tiene que haber algún tipo de partículas que permitan conectar a los dos tipos tipos de partículas de que la materia está formada, los fermiones y los bosones. Pero no las encuentran. Para eso fundamentalmente han construido y van a seguir construyendo los grandes aceleradores de partículas, para buscar la supersimetría. Las partículas supersimétricas son los mismos subcampos cuya topología se transforma según que las fases de variación de los campos intersectados sean opuesta so iguales. Si son opuestas actuarán como fermiones y si son iguales actuarán como bosones.
Aquí les pongo la portada del libro en cuestión y algunas de las páginas que me han parecido más importantes, como ejemplo:
Aquí tienen la clave del corte transversal en una cuerda que da lugar a la supuesta quinta dimensión interior u oculta de Kaluza que sería el círculo coloreado en gris:
Y aquí tienen el mismo corte transversal en la cuerda que es donde se albergarían las dimensiones interiores de las variedades de Calabi-Yau:
Es muy sorprendente para mi que habiendo discutido tanto en estos años con tanta gente que se supone que sabía física y matemáticas, habiendo enviado tantos correos no contestados por nadie a los expertos, absolutamente NADIE me haya dicho que los diagramas del modelo de campos intersectados o parcialmente fusionados, era un modelo de dimensiones extra internas como ya lo habían intentado antes Kaluza y Klein o como tratan de hacerlo las variedades de Calabi y Yau que usan en las teorías de cuerdas. Por qué? pues sencillamente porque no tienen referencias visuales con las que contrastar. Este es el drama de las matemáticas y la física de nuestro tiempo. No tienen referencias visuales. Y me decían que el modelo carecía de una estructura matemática. Cuando en realidad lo que querían decir es que el modelo no tenía un álgebra que ellos pudieran manejar (no digo ni siquiera entender porque tampoco la entienden).
Les informaré cuando logre terminar el libro si es que tengo paciencia que espero que sí porque está escrito de forma amena y sin fórmulas, de momento, de las pistas que recoja de él. Pero va a ser con el fin de expresar otra vez lo mismo con nuevas palabras, más técnicas. Tengo que decir, eso sí, que la forma en que cuenta la aparición de la geometría hiperbólica no me ha gustado nada.
Vi el otro día también una noticia de una joven matemática española a la que habían dado un premio por un desarrollo que ha hecho sobre teoría de nudos:
https://elpais.com/elpais/2019/12/12/ciencia/1576169937_143057.html
Es un tema también muy interesante para mí porque, qué son los nudos sino intersecciones? Podemos abordar el modelo de campos intersectados como un modelo de nudos también, si lo examinamos de forma esquemática desde una vista superior (en geometría descriptiva sería como mirándolo desde arriba en vez de desde el frente o desde un lado). Pero los elementos de la estructura fundamental de la materia no son para mi nudos sino ondas longitudinales, campos que vibran expandiéndose y contrayéndose, vórtices que tienen un giro en su interior y que giran con el conjunto del sistema, de un sistema compuesto – no único – formado por la intersección o fusión parcial de dos campos vibrantes y por los subcampos que comparten. Los subcampos no tienen existencia independiente, existen en la medida en que son una parte compuesta por los campos intersectados, son hijos de dos progenitores.
Ya se intentó explicar con nudos la materia atómica en el siglo XIX como ya mencioné en algún post anterior:
Es una bonita historia, si les interesa pueden echarle un vistazo a esta tésis: “The Vortex Theory of Atoms – pinnacle of classical physics”: https://t.co/ojavimtiXp
Pero fíjense ustedes que como aquí todo el mundo está haciendo la guerra por su cuenta y se saltan lo que les viene en gana poniéndoles nombre diferentes, ahora resulta que hay gente que está haciendo una tabla periódica de la materia basándose en teoría de nudos. Y qué diría Lord Kelvin de todo esto?
https://www.quantamagazine.org/scientists-learn-the-ropes-on-tying-molecular-knots-20181029/
Desde hace tiempo que se viene esperando una nueva revolución en química. Pero Miren. Para mi todas estas teorías que se traen unos y otros no son más que formas instrumentales de abordar una misma realidad desde distintas y limitadas perspectivas. Siempre que se parta de un modelo asumido consciente o inconscientemente de campo único, variante o invariante, e independiente los resultados siempre van a ser insuficientes. Aunque se puedan hacer cosas, aunque haya algún progreso, vamos a seguir sin entender nada. Y vamos a seguir haciendo ciencia de forma tortuosísima.
Yo pienso en los enlaces químicos como subcampos, no como nudos. Los subcampos que forman el núcleo atómico son los mismos enlaces que engarzan la materia ya que en su interior tiene lugar un giro orbital que está compartido por los dos campos intersectados que forman el subcampo. Y puede haber más de dos campos intersectados dando lugar a más subcampos con mayor número de enlaces implicados.
Hay también otros desarrollos matemáticos que podemos entender y explicar para abordar lo mismo de otra forma. Los espacios y subespacios de Rieman, los grupos de Galois, los grupos de Lie y los de Felix Klein, el cobordismo, las homologías de enlace y las cohomologías… pero los físicos van a seguir sin entender lo que les queramos decir si no hay ecuaciones algebraicas, porque ni físicos ni matemáticos tienen una representación visual. Tal vez halla que esperar a que se les vayan encendiendo las luces, poco a poco. Así se han ido haciendo los cambios siempre, aunque esta vez esperaba yo más rapidez por la aceleración que nos procura esta nueva y exponencial imprenta que es internet. Yo me conformo, otra opción no tengo, con irles enviando los diagramas y, aunque parezca que no los entiendan, impactarles a nivel subconsciente para que un buen día se levanten con una magnífica idea en la cabeza: «Y qué pasaría si fusionamos parcialmente dos ondas longitudinales, no surgirían subespacios transversales ahí?»
Pienso que no es la revolución de Einstein la que no se ha completado todavía, es la revolución de Copérnico – tanto costó que se admitiera el cambio de centro para que todo siguiera igual, orbitando en torno a un único campo invariante – la que aún o se ha culminado. Estoy convencido de que la verdadera revolución copernicana implicará darse cuenta de que nuestro sistema solar y nuestro átomo no es un sistema simple con un único centro orbitado, sino que es un sistema compuesto de campos intersectados y subcampos compartidos por ellos, que vibran. En lo que se refiere al sistema solar, puede que el campo del sol que vemos ni siquiera sea el centro del sistema, en el que tiene que haber al menos otro sol, y puede incluso que el campo que orbitamos sea un subcampo del sistema y que ni siquiera tenga estrella.
Queridas y queridos. Ningún sistema político ni económico nos va a sacar de la experiencia de la escasez y nos va a conducir a la de la abundancia. Es la ciencia a través del tejer y destejer de los campos – no los nudos! – que forman los núcleos atómicos, a través de la fusión atómica, la que tiene el deber moral de lograrlo. Nuestra ciencia aún hoy es muy limitada, pero quizás el avance necesite ya de muy poco. Un sólo darse cuenta. Un quitar un fino velo.
Que ustedes lo vean.
FELIZ 2020
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